sábado, 3 de julio de 2010
Con y por Maradona se ve lo mejor y lo peor que tenemos los Argentinos.
Cuando estaba en la cima del mundo, todo el mundo se colgó de el. Aún duraba la fiesta del regreso de la democracia, y la irreverencia del Diego nos llenaba de alegría.
Cuando cayó, durante la larga noche de los noventas, al igual que la Argentina, solo los periodistas se acordaron de el...como buenos buitres esperando junto a una presa agonizante. La gente se borró. Nadie se hizo cargo de nada. Claro, en esas largas vacaciones en EEUU y Europa que todos disfrutaban mientras el país se iba al carajo, quedaba muy mal bancar al, hasta hacia poco, ídolo y orgullo nacional. Habíamos entrado al primer mundo por decreto menemista, y había que comportarse en consecuencia. Defender pasiones es muy mal visto por la gente civilizada.
Así fueron esos años. Maradona cayó bien profundo...tocó fondo. Pero no fue el único. Todos lo hicimos, salvo que no salimos en TV.
Luego vino la recuperación...y siguió habiendo un fiel reflejo Maradona/Argentina.
El, que había recorrido caminos muy oscuros, estaba nuevamente arriba. Mostrando garra y pasión por la vida. Por su vida, su país y sus principios.
Llegaron los últimos años y con ellos se recuperó...la estupidez nacional. La gente se dejo encegecer por las pantallas y los diarios...se metió en el mundo virtual y dejo de mirar la realidad...y de recordar el pasado. Eran tiempos de traición. Desde los medios se enalteció a la misma en todas sus formas y niveles. La de un vicepresidente hacia su pueblo y la de un pueblo hacia su ídolo.
Soy un tipo que se indigna muy facilmente. Y la indignación me hace replantear muchas cosas. El conflicto del “campo” me llevó a dejar mi tibio “antikirchnerismo” y pasar a defender el que cada día me parece el mejor gobierno que hemos tenido en mucho tiempo. Y la mejor opción a futuro de entre todo el rejunte de la oposición.
Con Maradona me pasó algo parecido.Tuve mi época de “antimaradonismo”. Si hasta discutía con los muchachos por ese motivo, pues para mi no era ejemplo de nada bueno. Era pibe y cuestiones de pasiones futboleras me habían puesto al Diego entre ceja y ceja. Pero cuando al 10, que tantas alegrías había dado en la selección, se le dio la gran posibilidad de dirigirla, los argentinos dejaron asomar lo peor que tienen...(efectivamente maradona dejó ver lo peor del argentino). ¿Como es posible que se arriesgue la posibilidad de éxito de la celeste y blanca?¡¡Todos contra Maradona!! repitieron los grandes medios. Y la gente, nuevamente, los siguió como corderos.
Todo esto me dio mucha pena...y bronca. Me indigné, y ese mismo día comencé a replantearme las cosas y a darme cuenta lo que en realidad representaba Maradona .
Y me dí cuenta que existen ejemplos virtuales...y reales.
Los virtuales, que nunca se equivocan. Armados y enaltecidos por los medios de comunicación, que resaltan sus civilizados atributos.
Y los reales...reales como lo somos nosotros. Que salen de una villa y tocan el cielo con las manos, para luego caer de cabeza en el infierno. Pero que se levantan, y salen del pozo contra viento y marea. ¡Esos son ejemplos carajo! Ejemplos de vida, fuerza de voluntad y pasión por lo que se quiere y se siente. Con todos sus salvajes atributos que brotan de ese corazón tan nacional.
No quiero un ídolo armado, que no se equivoca nunca. Porque yo, como casi todos, la vivo pifiando. Quiero un ídolo que haya metido la pata. Y la haya metido bien profundo... hasta el borde de la muerte. Pero que haya mostrado que se puede salir...y salir sin caretearla. Sin perder la esencia.
Un IDOLO que sea buen ejemplo para mi país y los millones de pibes que hoy se encuentran perdidos en el. Ojala el Diego demuestre que un tropezón no es caída, y que la vida es lucha, pero vale la pena pelearla (aunque nos digan que hay que ser conciliadores). Ojala nos siga enseñando a todos con sus errores y sus aciertos...y que nos permitamos oírlo y aprender con el corazón. Que es el único medio seguro de leer sin equivocarse esa genialidad que sale a veces de sus piernas, escrita en gambetas y magia, a veces de su boca, como palabras imparables...y eternamente de sus ojos, como lágrimas de un ser humano que cada vez muestra más lo mejor que hay en los argentinos.
Con cariño...un tocayo.
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Creo que Argentina tiene grandes personajes que debería valorar por encima de Maradona, al fin y al cabo este fue un gran habilidoso del fútbol demostró ser un pésimo deportista, la palabra deportista implica disciplina y respeto por lo que hace, el mensaje de lo importante es ganar a cualquier costa, metiendo gol con la mano y mostrando falta de respeto ante sus rivales, como lo ha hecho en este mundial y bueno durante toda su vida, es algo que se tiene que criticar.
ResponderEliminarMaradona ha sido un pésimo ejemplo para su país y ha dado una pésima imagen de Argentina al mundo.